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Propiedades y beneficios medicinales de la cebada

cebada

La cebada es un cereal  que la mayoría de veces es asociada con la producción de cervezas o bebidas de malta. Sin embargo, este alimento posee propiedades nutricionales sorprendentes. La cebada es el quinto cereal más cultivado en el mundo, con 53 millones de toneladas, ubicándose después del trigo, el maíz y el arroz. Con ella se fabrica, además de bebidas alcohólicas, cafés de cebada, cereales y malteados. Asimismo, su grano se puede utilizar de manera similar al trigo, ya sea tostándolo o preparándolo en guisos y sopas.

Si quieres saber más acerca de las sorprendentes propiedades de este cereal no dejes de leer este artículo. Así podrás descubrir cómo incluirla en tu dieta diaria y llevar una vida más saludable.

Descripción

La cebada es una planta que crece de manera muy similar al trigo. Desarrolla espigas y llega a alcanzar más de un metro envergadura. Sus raíces son fasciculadas, es decir que no tienen una principal, sino que poseen raíces primarias y secundarias. Los tallos son como un tubo hueco, y la planta de la cebada puede presentar una gran cantidad de estos, ya que de cada uno de ellos sale una espiga. Lo tallos pueden tener alrededor de ocho entrenudos, de los que salen las hojas, que son alargadas.

Por otro lado, el grano de la cebada es de forma ovoide, abultada en el centro. Crecen en las espigas y además de estar protegidas por las cascarillas, están las glumas y páleas que son como ramas muy finas que crecen alrededor de la espiga. De igual modo, la cáscara representa un 13% del peso del grano, y suele ser usado en los procesos de malteado y cervecería.

Existen muchas variedades de cebada, pero entre las más conocidas está la cebada de dos carreras o tremesina que se usa principalmente para la destilación de cervezas. Por otro lado se encuentra la cebada de seis carreras o castellana que ya se usan para la alimentación y que a diferencia del trigo, no necesitan de un suelo tan fértil, solo un espacio bien drenado.

También se pueden clasificar de cuerdo al grano, si se encuentran protegidos por la lema y la palea (cáscara), o no. En el primer caso, cuando la semilla está protegida se destina su uso para la fabricación de bebidas alcohólicas o consumo animal. En el segundo caso, la semilla desnuda es una variación que se adaptó para el consumo humano como panes, pastas, entre otros.

Nombres comunes de la cebada

La cebada recibe distintas denominaciones dependiendo de la región en que se encuentre. Por ejemplo los vascos la llaman “garagarra”. En Alemania es conocida como Gerste, y en Francia como Orge. En inglés se le conoce como Barley  y en italiano se le llama Orzo. Asimismo, la cebada también recibe denominaciones como hordiate, hordio, malta, negrillo, ordio, alcacer, arroz de Alemania, caballar, cebá, cebada alfa, entre otros.

Nombre científico de la cebada

El nombre científico de la cebada es Hordeum vulgare, cuyo primer término era una palabra latina usada antiguamente para denominar a la cebada, y la palabra que le sigue hace referencia a la característica de vulgar, también en latín. Este nombre agrupa a sus distintas variedades. Entre ellas, la que se usa para la industria de cervezas: Hordeum vulgare var. Distichum; y la que se usa como forraje para animales: Hordeum vulgare var. Vulgare. La cebada pertenece a la familia de las poáceas y están dentro del género Hordeum.

Historia

Esta planta tiene más de 21 mil años de antigüedad. Ya en el antiguo Egipto la cebada era empleada para la preparación de panes que servían de alimento al pueblo. Asimismo, era usado como forraje para el ganado. Incluso se ha hecho referencia de este cereal en la Biblia, cuando se menciona la octava plaga en el libro del Éxodo (Ex.10:1-20).

Asimismo, también en Grecia y Roma usaban la cebada para la alimentación, en el caso de los romanos, era uno de los principales alimentos de los gladiadores. Y en el país conocido como la cuna de la sabiduría, los pensadores como Platón y Pitágoras recomendaban a sus alumnos consumir cebada ya que consideraban que ayudaba a pensar y concentrarse  mejor.

En Europa, principalmente en la Inglaterra decimonónica, los productos fabricados a base de la cebada, como el pan, constituían el alimento de la clase trabajadora. Esto debido a que esta planta era mucho más accesible que otros cereales, como el trigo, reservado solo a las clases sociales más altas.

Como se puede observar, a lo largo de la historia, la cebada constituyó uno de los factores para el desarrollo de las más grandes civilizaciones. No solo alimentando a los pobladores, sino también a los animales que servían de comida o como apoyo en el trabajo de campo.

Origen de la cebada

La cebada desciende de la cebada silvestre (Hordeum spontaneum), la cual es originaria del medio oriente.  Aunque también se tienen vestigios de su cultivo en el sur de Asia y África septentrional, restos arqueológicos hallados en el poblado neolítico de Ohalo II muestran que en Israel ya se consumía la cebada.

El uso que se le daba a este cereal era como alimento para animales y personas. Su uso era masivo debido a las pocas condiciones de fertilidad del suelo que requiere esta planta. Puede adaptarse a casi todo tipo de climas, excepto los tropicales y demasiado húmedos, llega a tolerar hasta los 16 grados Celsius bajo cero.  Actualmente, se cultiva principalmente en Europa, aunque existen algunos países productores en América, como Estados Unidos, Argentina, Colombia y Ecuador.

Propiedades de la cebada

Rico en hidratos de carbono

Un 73,68% de la cebada está conformado por carbohidratos, principalmente el almidón y la celulosa, que son carbohidratos complejos y son más beneficiosos para la salud. Esto porque demoran en ser absorbidos por el organismo en la digestión, lo que hace que su absorción sea más lenta y aporte energía al cuerpo por más tiempo. No obstante, también posee algunos carbohidratos simples como la fructuosa y glucosa, pero en menores cantidades.

El que la cebada tenga una gran cantidad de hidratos de carbono permite que su consumo aporte mucha energía a nuestro organismo, y además gracias a los carbohidratos complejos se mantiene una sensación de saciedad que evita que comamos de más. Si comparamos los aportes de energía de la cebada con otros cereales, está supera con creces al trigo que solo posee un 68, 3% de carbohidratos, a la avena que tiene 66, 27%, e incluso el maíz que cuenta con un 74,2% de hidratos.

Fuente de inositol

La cebada es también una gran fuente de inositol, al igual que otros cereales. El inositol es una vitamina descubierta hace más de un siglo y medio atrás por Josef Sherer, químico alemán. Este compuesto orgánico está implicado en una serie de procesos del organismo  como la orientación de los nervios, la traducción de señales de insulina, control de la concentración del calcio intracelular, desglose de las grasas y reducción del colesterol en sangre, entre otros.

Esta vitamina también se usa como tratamiento para la depresión, trastorno de pánico, trastorno bipolar, Trastorno Obsesivo Compulsivo (T.O.C.) y Trastornos Endocrinos Metabólicos (T.E.M.).

Multivitamínico

La cebada es una gran fuente de vitaminas, especialmente la Vitamina B, que en 100 gramos de grano sin cascara se puede encontrar 0.191 mg del tipo B1, también conocido como tiamina. La cantidad mencionada constituye un 15% del valor diario requerido y ayuda al sistema digestivo, en la descomposición de carbohidratos y también contribuye al sistema nervioso e inmunológico.

Asimismo, por cada 100 gramos de cebada se encuentra 0.114 mg de vitamina B2, que constituye un 8% del valor diario requerido y ayuda a descomponer grasa, proteínas y carbohidratos. También, en las mismas proporciones se encuentran 4.604 mg e niacina o vitamina B3, que es usado para el tratamiento de la diabetes y trastornos de la piel. De igual modo, también se cuenta con 0.260 mg de vitamina B6 que interviene en el metabolismo de neurotransmisores que regulan el estado de ánimo. Ayudando así a tratar algunos problemas como depresión, alteraciones de sueño y estrés.

Este cereal también es rico en vitamina K, el cual ayuda a la coagulación de la sangre, por ellos es usado en algunos lugares como tratamiento para heridas. Además, la cebada posee Vitamina E, que actúa como antioxidante y protege a las células de radicales libres.

Rico en minerales

La cebada es también una gran fuente de minerales, los cuales ayudan a nuestro organismo a desarrollarse y reponerse. Uno de ellos es el calcio, que por cada 100 gramos de cebada tiene 29 mg de este mineral. El cual ayuda al crecimiento y fortalecimiento de los huesos y dientes. Asimismo, por cada 100 gramos del cereal se encuentra 2.5 mg de hierro, que posibilita la formación de hemoglobina de la sangre.

Además, la cebada es rica en magnesio, mineral muy importante para la relajación muscular  y la repolarización de las neuronas, que actúa como energizante y calmante en el cuerpo. Este cereal también posee fósforo en grandes cantidades, el cual ayuda a mejorar la memoria y aporta energía al organismo.

De igual modo, también podemos encontrar potasio en la cebada, mineral importantísimo, que regula el agua dentro y fuera de las células de nuestro cuerpo.  Finalmente, en esta planta se halla grandes cantidades de zinc, que es esencial porque nuestro cuerpo no lo sintetiza y debemos buscarlo en fuentes externas. Es fundamental para la división celular y la síntesis del ADN y de proteínas.

Gran fuente de fibra

Como ya mencionamos, la cebada es una gran fuente de carbohidratos, y dentro de ellos se encuentran las fibras no solubles. Estas, como por ejemplo la celulosa, no pueden ser digeridas por el sistema digestivo humano y deben ser expulsadas con rapidez del cuerpo. Este tipo de fibra también es conocida como fibra dietética ya que ayudan a mejorar el tránsito y la flora intestinal.

Cuando la fibra ingresa al estómago, se hincha por la acción del agua y no se absorbe por el organismo. Empuja las paredes intestinales para poder ser expulsado, con lo que ayuda a retirar con mayor efectividad los desperdicios de nuestro cuerpo que se acumulan en el intestino con forma de heces. Ya se sabe que es tóxico para el cuerpo mantener por mucho tiempo los residuos en los intestinos, por lo que la fibra es una gran alternativa para mantener sano nuestro sistema digestivo.

Tiene propiedades galactogogas

La cebada, además de las propiedades ya mencionadas, posee una capaz de ayudar a las mujeres que atraviesan la etapa de dar de lactar al bebé. Este cereal es “galactogogo”, es decir ayuda a la producción de leche materna, o a mantener los niveles de este líquido esencial para el niño en un rango normal.

Esta propiedad no se pierde en ninguna de las variaciones que puede sufrir la cebada. Ya sea consumiéndose como grano, como agua de cebada, café o  incluso cerveza sin alcohol; ayuda a la producción de leche.

Beneficios de la cebada

La cebada previene enfermedades coronarias

Las enfermedades coronarias constituyen una de las principales causas de muerte en el mundo. Uno de los factores que influyen en el desarrollo de estas enfermedades es el elevado colesterol en la sangre. Estudios han comprobado que la cebada es capaz de reducir estos niveles de colesterol gracias a un tipo de fibra llamada beta-glucano, producido por esta planta.

Este compuesto, tiene una alta viscosidad y a nivel intestinal inhibe la absorción de lípidos y colesterol LDL (malo para la salud), producido por el hígado. Asimismo, los beta-glucanos también modifican el metabolismo de los ácidos biliares en el intestino. Esto provoca la excreción del colesterol LDL  y el colesterol total, y su consecuente disminución.

La cebada ayuda a regular el azúcar en la sangre

La cebada tiene un bajo Índice Glicémico (ID), es decir, que los carbohidratos de esta planta se demoran en ser digeridos y absorbidos por el organismo. Lo cual evita que sean rápidamente absorbidos y aporten sólo energía por un breve periodo de tiempo, como es el caso del azúcar u otros dulces. El bajo ID, ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre, ayudando a prevenir enfermedades como la diabetes tipo 2.

Asimismo, el beta-glucano presente en este grano tiene la capacidad de ralentizar la absorción de los hidratos de carbono que se consuman, reduciendo los niveles de glucosa, previniendo enfermedades como la hipoglucemia.

La cebada ayuda a prevenir el cáncer de colón

Gracias a su alto contenido en fibras, tanto solubles como insolubles, la cebada es una gran ayuda para evitar desarrollar el cáncer de colón. Esto debido a que la acción de la fibra permite mantener limpio el organismo, ya que acelera el tránsito intestinal y expulsa rápidamente las heces.

Bien se sabe que las personas que mantienen durante mucho tiempo los desechos alimenticios dentro del organismo son más propensas a desarrollar cáncer de colón. Debido a que las heces contienen las sustancias que el cuerpo no absorbe porque no necesita, y deben ser expulsadas ya que son tóxicas. Por lo que la fibra ayuda a desechar las heces con mayor rapidez, manteniendo el equilibrio dentro del sistema digestivo.

La cebada es un buen laxante

Como ya se mencionó, la cebada es muy rica en fibra por lo que ayuda a limpiar el organismo. No obstante, también ayuda a combatir el estreñimiento. La Universidad de Tel Aviv, de Israel,  comprobó la propiedad laxante de la cebada. Bastó con que la muestra de personas ingiriera diariamente un tercio de taza de cebada cocinada para  que se normalizará el tránsito intestinal.

El 79% de los pacientes eliminó el estreñimiento totalmente. Este resultado se debe a que como ya explicamos, la fibra, al no ser digerida insta al organismo a expulsarla. Para obtener el efecto laxante, se debe consumir una mayor cantidad de cebada y por un periodo constante.

Ayuda a calmar los nervios

Debido a la gran cantidad de minerales y vitaminas que presenta la cebada, sirve para relajar el organismo, especialmente si se consume en forma de tónico. Asimismo, su alta concentración en magnesio permite la relajación del sistema nervioso.

De igual modo, el magnesio presente en la cebada ayuda a combatir el estrés y evitar sensaciones como la opresión en el pecho, hormigueos en las piernas y que el ojo tiemble. Además, el magnesio interviene en la producción de ATP, que es la que brinda la energía a los procesos de nuestro metabolismo.

Investigaciones científicas

En 1967, Fisher y Griminger comenzaron a estudiar la capacidad de la cebada para disminuir el nivel de colesterol en la sangre. Después de varios estudios se llegó  comprobar una la relación que existía entre el consumo de β-glucano (componente de la cebada) y la disminución del colesterol.

Los estudios se realizaron primero en ratas, las cuales fueron alimentadas con β-glucano y se manifestó una reducción significativa del colesterol LDL y triglicéridos. A diferencia de las ratas que fueron alimentadas con una dieta regular, que no presentaron ninguna mejora. Posteriormente se llevó a cabo ensayos con humanos y se comprobó el efecto positivo del  β-glucano en la disminución del colesterol.

Preparación de la cebada

Agua de cebada

Una de las maneras más comunes de consumir la cebada es preparándola como un refresco. Para ello, se debe hervir un puñado de granos de cebada (con o sin cáscara) en dos litros de agua durante 30 minutos. El resultado de esta mezcla es un agua ligeramente viscosa y de poco sabor. Por ello, si se desea se puede sazonar con un poco de azúcar y limón. Asimismo, si se prefiere un sabor más intenso se puede agregar más cebada a la preparación.

Cebada tostada

Como ya mencionamos, la cebada es muy similar al trigo, por lo que también puede consumirse tostada. Se puede ingerir como un tipo de cancha o moler para la preparación de alimentos como café.

Harina de cebada

Existen procesos que convierten la cebada en harina, que puede ser preparada de distintas formas. Una de ellas es el pan, no obstante, debido a su bajo contenido en gluten, el producto que se obtiene es algo achatado y denso. Si no se gusta de esa textura se puede mezclar con harina de trigo para mejorar su presentación.

Mazamorras y guisos

Los granos de cebada también se pueden preparar como mazamorras y guisos. Para ello se debe sancochar la cebada con un poco de agua y dejar que esta absorba el líquido y se hinche. Una vez obtenido este producto se le puede aderezar para cocinar un guiso, o agregarle azúcar y canela para servir una rica mazamorra.

Precauciones

La cebada no presenta ninguna contraindicación, y puede ser consumida con normalidad por todas las personas. No obstante, la cebada no es recomendable para aquellos que sufran la enfermedad celiaca, puesto que contiene gluten. Aunque los niveles de gluten que presenta son realmente bajos en comparación al trigo y al centeno, aun así despiertan reacciones adversas a quienes presentan esta enfermedad.

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